domingo, 7 de junio de 2009

5 de septiembre 2006


Entonces te escondiste, casi jugando. Y sí, te perseguí. Pero no supe encontrarte oculta en cada hemisferio. Nos deshicimos del propio vacío sintético que nos agobiaba, nos extinguimos en el mismo degradé que habíamos planteado muchas eternidades antes, nos desteñimos en el sonido, nos aturdimos de imágenes, nos saturamos de incredulidades. Nos olvidamos de nosotros mismos.




[en un lento degradé]



hay demasiadas mascaras en este país

No hay comentarios: